Cada vez que un patriota de ETA se convierte en noticia, los periodistas manejamos su nombre con soltura, como si fuese un futbolista. Sin embargo, a veces se nos olvida citar lo más importante de su biografía: su historial delictivo. Urtza Alkorta se ha convertido en la última heroína de la izquierda abertzale, que le montó un muro popular en Ondárroa para entorpecer su detención. Iker Rioja, de “El Mundo”, cree que el despliegue de 300 ertzainas para arrestarla nos costará 70.000 euros a los contribuyentes. La factura la pagaremos entre todos. A Urtza le toca ahora pagar una condena de cárcel de 5 años y un día. Pero ¿qué hizo para merecer esto? Afortunadamente, Antonio Santos, en "El Correo" , nos recordó sus delitos probados. El Tribunal Supremo ratificó en febrero la sentencia de la Audiencia Nacional que demostró que Urtza Alkorta colaboró con ETA durante dos años: 2007 y 2008. Fue absuelta de pertenencia a organización terrorista y tenencia de explosivos, pero que...