Sí, ETA asesinaba. Y era
horrible. En nombre de Derechos Civiles y Políticos como la Autodeterminación
no se debe acabar nunca con la vida de nadie. El Derecho a la Vida está por
encima del derecho a decidir de los pueblos mientras no se ponga en peligro la
supervivencia de sus individuos o sus señas de identidad. ¿Ocurría esto en el
País Vasco tras la aprobación de la Constitución Española y el Estatuto de
Gernika? Vayamos paso a paso…
Euskadi es la autonomía más próspera de
España gracias a unos fueros ancestrales que nos permiten a los vascos
gestionar casi todos los impuestos que pagamos. España no es un país que
respete la igualdad entre sus 17 comunidades autónomas. Si naces en Extremadura
o Murcia, serás siempre un ciudadano de tercera comparado con vascos y navarros,
que conservamos nuestras lege zaharrak, nuestras leyes viejas. En el
vagón de la segunda división están los catalanes y gallegos, a los que también
se permitió en la Constitución de 1978 gozar de un estatuto “casi de primera”,
gracias a su condición de “nacionalidad histórica”. En España, la historia parece
ser patrimonio de unos pocos. Los demás, que sigan soñando con una República
Federal que escriba una Carta de Derechos Fiscales, Económicos y de
Redistribución de la Riqueza Común. ¡Utópicos Republicanos: sigamos soñando…!
Euskadi ha conseguido
rescatar del olvido y la minoración el hermoso idioma que hablan mis hijos.
Desde la llegada de la democracia, se ha discriminado positivamente el euskera
para llegar a una situación de equiparación de hecho con nuestra otra lengua
oficial, el castellano. Tenemos dos idiomas españoles que conviven en nuestras
calles como jamás lo habían soñado los impulsores del Euskera Batua, el
vascuence que unificó todos los dialectos hablados en Euskal Herria y que
permitió comunicarse y crear literatura en un idioma común. Gracias al
incremento del uso de nuestra lengua en las escuelas, en la Administración y en
la calle, hemos podido salvar de aquel olvido y minoración nuestra principal
seña de identidad como pueblo.
Por el Derecho a Decidir de todos.
Me he
pasado toda mi vida recordando a los nacionalistas vascos y a los patriotas españoles
que
el Derecho a la Vida se consagró en la Carta de Derechos Humanos de la ONU en 1948 y el Derecho de Autodeterminación se mencionó en 1966 en la Carta de Derechos Civiles y Políticos, 18 años después. Tampoco está mal repetir que cuando se hablaba de autodeterminación en los años 60 se referían al derecho a emanciparse de sus respectivas metrópolis de los pueblos colonizados por los distintos imperios que ha habido en el mundo. Y decir que España colonizó el País Vasco es absurdo. Si acaso, fueron vascones, autrigones, caristios o bárdulos quienes hicieron frecuentes incursiones expansionistas en el centro y el sur de la Península Ibérica desde tiempo inmemorial. Mucho más tras la Reconquista, cuando los hidalgos de sangre “no contaminada” por el moro o el judío extendieron sus dominios por aquel vasto territorio abandonado por los musulmanes andalusíes. Sólo hace falta consultar los libros de Historia para saber cuántos Vascos (los más españoles de todos los españoles) emprendían la Conquista de América para ensanchar las fronteras del Imperio aquel en el que la grandilocuencia patriotera decía quue nunca se ponía el sol.
el Derecho a la Vida se consagró en la Carta de Derechos Humanos de la ONU en 1948 y el Derecho de Autodeterminación se mencionó en 1966 en la Carta de Derechos Civiles y Políticos, 18 años después. Tampoco está mal repetir que cuando se hablaba de autodeterminación en los años 60 se referían al derecho a emanciparse de sus respectivas metrópolis de los pueblos colonizados por los distintos imperios que ha habido en el mundo. Y decir que España colonizó el País Vasco es absurdo. Si acaso, fueron vascones, autrigones, caristios o bárdulos quienes hicieron frecuentes incursiones expansionistas en el centro y el sur de la Península Ibérica desde tiempo inmemorial. Mucho más tras la Reconquista, cuando los hidalgos de sangre “no contaminada” por el moro o el judío extendieron sus dominios por aquel vasto territorio abandonado por los musulmanes andalusíes. Sólo hace falta consultar los libros de Historia para saber cuántos Vascos (los más españoles de todos los españoles) emprendían la Conquista de América para ensanchar las fronteras del Imperio aquel en el que la grandilocuencia patriotera decía quue nunca se ponía el sol.
Hay que recordar
que quienes habitaban en las antiguas Vascongadas disfrutaban de una condición
especial merced a las viejas leyes que les otorgaban privilegios. En el Valle
de Mena, el municipio del que soy oriundo, en el norte de Burgos colindante con
Bizkaia, el escudo de armas tiene la siguiente leyenda: “Para estar, ser
hidalgo necesitar”. Los vascos, por esa misma condición, estaban eximidos de rendir
vasallaje a los reyes españoles. Eran hombres libres merced a sus fueros y
disfrutaban de libertad de movimientos por la Península Ibérica si tenían la
mala suerte de no heredar el caserío paterno cuando el Aita moría. España se
llenó de segundones que se comieron el mundo a bocados.
(Este artículo fue incluido en 2014 en un libro titulado "La Huella de una Lucha Justa", a petición de ZAITU, Asociación de Víctimas del Terrorismo)
3 comentarios:
Curioso lo del "derecho a decidir". Hasta hace bien poco en Euskadi se hablaba de derecho de autodeterminación pero no colaba, efectivamente, porque Euskadi no podía acogerse a él. Y entonces el nacionalismo vasco lo sustituyó por un gran invento, que ha germinado incluso en Cataluña, el "derecho a decidir", la gran creación del nacionalismo. ¿Y qué es el derecho a decidir? Nadie lo sabe con certeza, tiene mil definiciones pero un objetivo: atrapar en la nube tóxica nacionalista la mayor cantidad posible de incautos, incautos que se convertirán en creyentes del "derecho a decidir", que cual infectados propagarán la creencia. ¿Y a decidir qué? Porque puede decidir tanto la separación como la unión ¿Y por qué del pueblo vasco y no del pueblo alavés? Ambas son entidades históricas y jurídicas. ¿Cuál es el criterio? ¿Y cómo se entra a pertenecer al pueblo vasco? Antes era por nacimiento, ahora la sociedad ha evolucionado y ya no se habla de racismo. Entonces si ha cambiado el criterio de pertenencia ¿por qué se sigue llamando de la misma manera? Si yo voy a vivir a Barcelona y me empadrono allí paso de ser pueblo vasco a pueblo catalán, con los mismos derechos que un catalán de doscientos apellidos catalanes. Francamente, lo de pueblo vasco y pueblo catalán me huele a decimonónico y siglos anteriores. Es un concepto superado por el de ciudadanía.
Gracias por tus ideas, Titus. Estoy básicamente de acuerdo. Sin embargo, no es casual que el "Derecho a Decidir" que ha suplantado al "Derecho de Autodeterminación" (generado para procesos de descolonización que nada tienen que ver con la relación España-Euskadi) se haya afincado entre nosotros para no marcharse justo cuando ha entrado en crisis nuestro modelo político tradicional sustentado en el bipartidismo y en una Constitución cada vez más contestada. La indignación ciudadana ha hecho que a muchos votantes les importe una higa la Unidad de España si España es una idea basada en el mantenimiento de privilegios de los poderes económicos, de la casta política y de unos territorios por encima de otros. No estaría mal que todos los españoles pudiesen tener el derecho a decidir sobre su futuro en común partiendo de principios-clave como la igualdad, la prevalencia del poder de la ciudadanía sobre el poder de los territorios... Por pedir que no quede... Aunque al final son las grandes corporaciones financieras y los poderes económicos quienes detentan el último DERECHO A DECIDIR.
Esa crisis del modelo político tradicional y la instalación masiva en el lenguaje cotidiano de la semántica nacionalista habría que inscribirlas en otra crisis mayor, que es la económica. Cuando se habla de que hay crisis de valores lo que se evidencia es que la crisis económica ha destapado nuestras vergüenzas como sociedad, porque si fuéramos una sociedad armada moralmente y con unos valores sólidos nos afectarían poco los cantos de sirena nacionalistas y, menos que ahora, las presiones de los lobbies económicos. Porque, efectivamente, los privilegios territoriales o el enchufismo patológico de la casta política se parecen en que son elementos potencian la permanencia en el poder de los de siempre, nacionalismo vasco o PPSOE. Hay que trabajar para que la gente piense en términos de ciudadanía y no en términos de nación. Y la sociedad será más justa, más igual y más libre.
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