Xavier Vidal Folch se cree que me chupo el dedo. A mis 50 años soy mucho más joven que él pero me desteté a comienzos de los 60. No me creo sus patrañas. Vidal Folch es director adjunto de EL PAÍS desde 1989. Estuvo ayer en Vitoria para dar lecciones de periodismo en un foro montado en el Parlamento Vasco para mayor gloria de Arantxa Quiroga, el ariete del Opus Dei en la política vasca (el otro ariete de Monseñor es Rafa Larreina, de EA-Bildu-Amaiur... los extremos se tocan en el cielo de Escribá de Balaguer). La señora Quiroga dijo la siguiente perla: "quienes más se quejan de los políticos luego no hacen más que pedir que el Estado les mejore la vida". Seguro que en su familia no hay ningún dependiente indigente que necesite ayudas públicas, seguro que en su familia no hay ningún parado que necesite subsidios, seguro que su familia no necesita nada del Estado... Más que el poder que se le ha otorgado al coronarla como Presidenta de una Institución que pagamos todos los cont...