Este
blog llevaba 6 meses sin abordar el euskomonotema. Desde que ETA dijo que
dejaba de asesinar, se acabó el conflicto vasco. Sólo quedan las rebabas: 635
presos terroristas que siguen en las cárceles. La solución de su problema está
en sus manos y en su conciencia: deben demostrar que la sociedad ya no tiene
por qué temerles. En su sordera, el Colectivo de Presos de ETA propuso el
sábado en Gernika otra solución: amnistía y autodeterminación. Erre que erre.
Mientras, da pena ver a Tasio Erkizia
enfrascado en sus viejos fantasmas. Uno de los padres del invento del supuesto
conflicto vasco sigue leyendo el mismo libro de siempre. Le hemos fotografiado
en una terraza vitoriana disfrutando como un cosaco con la lectura de “El Mal
Español” un libro de José Manuel Lechado que es la historia crítica de la
derecha española. Sin embargo, a sus 68 años, este cura trabucaire continua
anclado en sus viejas obsesiones: para él no hay español bueno, sea de derechas
o de izquierdas. Hace dos años dijo que veía más razones que nunca para la
lucha armada. Tal vez porque los españoles se multiplican y ETA dice que ya no
va a matar ninguno más.
En los últimos días hemos vuelto a
asistir a la escenificación programada de un par de detenciones de etarras que
han permitido a los ministros de Interior de Francia y España sacar pecho ante
fotógrafos y periodistas. El domingo, 27 de mayo, eran detenidos en Caunas el
jefe del aparato militar de ETA Oroitz Gurrutxaga y su ayudante Javier
Aramburu. Llevaban pistolas y almacenaban explosivos. A Pernando Barrena no le
parece mal que los etarras lleven armas “para su protección personal”.
Patético. Al día siguiente de las detenciones, el 28 de mayor, Jorge Fernández
Díaz y Manuel Valls, ministros de Interior de España y Francia, se reunieron
para enseñarnos sus potentes bíceps y el fruto de su colaboración: los dos
detenidos de ETA. Tal vez era también una forma de mostrar a los partidos que
se reunieron un día después en la Ponencia de Paz y Convivencia del Parlamento
Vasco que nadie necesita las verificaciones y diagnósticos de los mediadores
del Grupo Internacional de Contacto. El martes, 29 de mayo, el uruguayo Alberto
Spectorovsky intervino ante esa ponencia de la que estaban ausentes el Partido
Popular y la izquierda abertzale. ¿Quién pagará todas las facturas que se
acumulan sobre la mesa de Brian Currin, el jefe de ese Grupo Internacional de
Contacto? Tal vez, con esto de la crisis, alguien responde de una vez a esta
pregunta.
De momento, la lista de inventos para
poner punto final a la sangrienta historia de ETA continúa. PNV, PSE y Ezker
Anitza incluso están dispuestos a montar un Instituto de la Memoria, la
Convivencia y los Derechos Humanos que mezclará en la misma batidora (lo llaman "relato compartido") a las
víctimas de ETA, de la Guerra Civil y de la Dictadura. Manolete ha quedado
fuera… Tal vez porque el toro Islero no reivindicó su asesinato.
COVITE, el
Colectivo de Víctimas del Terrorismo, acaba de sacar a la luz unos vídeos en
los que pide que ese relato recuerde los 326 asesinatos de ETA que siguen sin
resolver. En estos dos vídeos, Christian Matías Albizu y Carmen Borrajo, nieto e hija de sendos asesinados por esa banda armada siguen
pidiendo justicia para sus muertos.