Entre lágrimas de sus compis, Javier Maroto ha dejado el Ayuntamiento de Vitoria para seguir haciendo carrera política en Madrid. Ganó las elecciones en 2015, pero no fue reelegido como alcalde por sus comentarios racistas contra los inmigrantes magrebíes o los refugiados sirios. Maroto sembró odio durante 4 años acusando una y otra vez a marroquíes y argelinos del fraude en el cobro de la Renta de Garantía de Ingresos. Hace poco, una amiga fue testigo de una pelea que provocó una cuadrilla de vitorianos y vitorianas biempensantes contra una familia marroquí que bajó a la calle en defensa de una mujer que llevaba un velo islámico que le cubría el cabello, las orejas y el cuello. La policía llegó a tiempo de evitar que llegase la sangre al río y comprobó que los provocadores estaban bebidos. En la conciencia de muchos ciudadanos que votan PP ya está instalado el virus de la xenofobia. Si Mariano Rajoy crea un...