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domingo, 4 de abril de 2021

MANU LEZERTUA, DIMISIÓN. ¿DEFENSOR DEL PUEBLO VASCO? NO: DEFENSOR DEL PNV.

El Ararteko se piensa que somos tontos todos los periodistas que escuchamos el martes en el Parlamento el balance anual de esa institución. Ni Alfredo Urdaci fue tan burdo en su intento de manipulación informativa. Nos presentó una nota de prensa que escondía todos los datos comparativos sobre la actividad del Defensor del ¿Pueblo Vasco? No, sólo defiende al PNV, al PSE y al entramado institucional de aprovechateguis que ambos partidos han creado para chupar del bote. Llevo 32 años asistiendo a ruedas de prensa en las que los titulares del Ararteko hinchan el pecho al presentar cómo ha aumentado su actividad en el último ejercicio. Este año han escondido cualquier dato de porcentajes para que no se note que también esa institución se ha escondido durante la pandemia. Aún sigo esperando que su gabinete de comunicación responda a mi llamada telefónica para pedir explicaciones sobre esto. Desaparecidos en combate. Seguirán teletrabajando o currando a relevos.
Cuando se abrió el turno de preguntas, aseguré que "son muchos los colectivos del Tercer Sector que creen que las Administraciones Vascas se han escondido durante esta pandemia. Se han multiplicado las críticas contra el deficiente comportamiento de Osakidetza, la Educación Pública y las Políticas Sociales que ya antes de la pandemia estaban enfocadas hacia la privatización y la externalización". Añadí como prueba de ello que el propio Gobierno Vasco se ha puesto en manos del Tercer Sector con el fondo Inor Aztean Utzi Gabe (Sin dejar a nadie atrás) para resolver los problemas de los más vulnerables. Acabé preguntando "¿Se han escondido las administraciones? ¿Se ha escondido también el Ararteko?" Por supuesto que respondió que no, que nada se ha escondido debajo de la alfombra. A continuación me puse como ejemplo de trabajador del Sector Público al que le ha dado vergüenza tener el privilegio de haber estado durante dos meses trabajando a relevos, hace un año, tras la declaración del Estado de Alarma sin que nadie me hubiese descontado un céntimo por los días en que no tuve que ir a currar. Que un periodista no trabaje no provoca ningún daño a los más vulnerables. Pero ¿qué ha pasado con los ambulatorios? La atención primaria ha desaparecido del mapa. Estuve tentado de hacerle una tercera pregunta sobre si alguna vez en su vida Manu Lezertua había pisado un Centro de Salud de Osakidetza. En Euskizofrenia están cerrados a cal y canto. Te atienden por teléfono y si no les convences de que estás muy malito pasan de ofrecerte una consulta presencial. Al entramado corrupto del PNV esta pandemia le va a venir de perlas. Sus amigos de la Sanidad Privada siguen engordando. Que se lo pregunten a Jon Darpón, ex-consejero de Sanidad que tras dimitir por el fraude en las oposiciones de Osakidetza usó las puertas giratorias
para fichar por Keralty Health junto a otros dos altos cargos de su equipo. Aún recuerdo el mosqueo que se pilló Darpón cuando presentó el nuevo trabajito que les encargaron a los médicos de familia: elaborar los documentos de voluntades anticipadas de los usuarios de la Sanidad Pública Vasca. Le dije que esos facultativos debían estar encantados con asumir esa tarea teniendo en cuenta lo saturados de trabajo que estaban. Sólo me respondió que era mi percepción personal y le confirmé que era la percepción de un usuario que recuerda cómo hace 30 años el médico de familia te atendía al día siguiente y ya antes de la pandemia podía pasar una semana sin poder verle la cara. ¿Será usuario de Osakidetza Manu Lezertua o preferirá confiar su salud al Igualatorio Médico Quirúrgico de Bilbao? Lo que está claro es que jamás ha tenido que pisar una oficina de Lanbide. El Servicio Vasco de Empleo también se ha escondido durante la crisis sanitaria. Ha sido tan palmaria su desaparición que el propio Lezertua tuvo que reconocer que la mayoría de quejas recibidas tienen que ver con la imposibilidad de tramitar prestaciones sociales como la Renta de Garantía de Ingresos o la prestación de vivienda. Con las Residencias Públicas de la Tercera Edad y de todo tipo de personas dependientes está pasando lo mismo. Mi amigo Ahoztar Zelaieta está elaborando un libro sobre la corrupción que esconde la impía y cruel privatización emprendida hace tiempo en ese sector. En su biografía, Manu Lezertua alardea de su trayectoria profesional en numerosos organismos de la Unión Europea que supuestamente defienden los Derechos Humanos y Sociales. Desde los
años 80 hasta 2015 se pasó media vida pisando moquetas fuera de Euskizofrenia. El PNV de sus amores premió esa carrera obsequiándole con el puesto de Ararteko con una sola condición: "olvídate de defender al Pueblo Vasco, que tienes que defender al Gobierno Vasco y el resto de Administraciones que controlamos". Y lo está haciendo muy bien. Cuando debutó en el cargo en 2015 tuvo el atrevimiento de asegurar que iba a hacer una "apuesta estratégica por reforzar las relaciones" del Ararteko con otros Ombudsman del mundo mundial. ¿No sería mejor centrarse sólo en ayudar a mejorar la atención de las administraciones a quienes peor lo pasan sin techo, sin empleo, sin salud y sin derechos? Acabo de repasar la ley que creó esa institución del Ararteko en 1985 y me dan ganas de reir cuando leo todas las veces que se destaca la necesaria independencia que tiene que exhibir su titular. He conocido a todos los Arartekos que ha tenido Euskizofrenia: Juan San Martín, el recién fallecido Xabier Markiegi, Mercedes Agúndez, Íñigo Lamarca, Julia Hernández y Manu Lezertua. Todos sabemos de qué pie político cojeaba cada uno: PNV o PSE. Lo dicho: se piensan que somos tontos. Que Manu Lezertua se vaya a casa a escribir novelas de fantasía como la que nos contó el martes. Y si, de paso, pierde unos kilos, mucho mejor. Así podría escribir "El Quijote de la Mancha Corrupta del PNV".

viernes, 2 de abril de 2021

VIRUS ROJIBLANCO: LOS FONTANEROS QUE ABREN LOS GRIFOS DE LA MUERTE

Esta mañana me he tomado la fiebre: 36'3 grados. De momento, he librado, aunque ya puedo estar incubando el maldito coronavirus. Mañana volveré a tomarme la temperatura. Ayer me tocó arriesgar el pellejo en medio de una multitud apelotonada de unos 1.500 hinchas del Athletic que se concentraron en la carretera de subida a las instalaciones de Lezama para despedir a sus leones antes de la Final de la Copa del Rey contra la Real. Me tocó entrevistar a unos 20 forofos. La inmensa mayoría llevaba mascarillas, pero cuando te tiras dos horas gritando y cantando los himnos tribales del club de tus amores los aerosoles se disparan al viento con su potencial carga letal de virus. No nos trataron mal los hinchas rojiblancos pese a llevar nuestros logotipos de TVE. Corearon una canción contra los españoles, como si esa palabra significara un insulto para nosotros. Llevamos mucha mili en Euskizofrenia como para asustarnos. 36 años cumpliré en julio llevando
micros con la E de España por este maravilloso país que presume de un hecho diferencial: tener helechos diferentes y sangre RH negativo. A los pies de Lezama, junto al restaurante del Dios rojiblanco Julen Guerrero, cientos de motoristas quemaban gasolina a la espera del paso del autobús de sus héroes. Los motoristas tenían una media de edad bastante mayor que los vociferantes hinchas de la cuesta de Lezama. Seguro que entre ellos y sus allegados habrá menos contagios en los próximos días. El casco y las mismas motos les separaban más de los virus ajenos. Se ha criticado la falta de previsión para evitar esa aglomeración letal de personas, pero ya se sabe que el Athletic es el Club Oficial de Euskizofrenia. ¿Quién se atreve a impedir una concentración de athleticzales? Desde la víspera se sabía la que se iba a montar ya que hubo convocatoria por redes sociales. Los mandos de la Ertzaintza y su dirección política se limitaron a poner un dispositivo de agentes convertidos en espectadores que disfrutaron del espectáculo. Ellos también debían ser hinchas rojiblancos. Algunos incluso se sacaban fotos junto a la copa gigante que portaban unos forofos.
Nos hemos acostumbrado a ver los datos de la pandemia de la misma forma que el pronóstico del tiempo. Ahora se prevé cielo nuboso y aumento de contagios, ingresos hospitalarios y muertos. El martes confinarán casi seguro Bilbao y Vitoria. En esta Semana Santa va a haber muchos crucificados en los tanatorios por culpa del maldito COVID 19, pero hay gente a la que se la suda. ¿Tendrán abuelos todos los chavales que estuvieron ayer en Lezama? ¿Se juntarán con ellos en la misa del Domingo de Resurrección? Si lo hacen, tal vez les lleven al Calvario de la Enfermedad. La mayoría de los jóvenes a los que entrevisté me dijeron que verían la Final en casa con su familia. Veremos... Pronostico cientos o miles de multas en la noche del sábado si la Ertzaintza y las policías locales hacen bien su trabajo. Pero repito: ¿quién se atreve a meterse con el Equipo Oficial de Euskizofrenia? Se admiten apuestas. Mi finca más grande contra tu finca más pequeña a que esos fontaneros rojiblancos que han abierto los grifos de la muerte van a provocar un repunte letal de los datos de la pandemia. Y no os perdáis la entrada del domingo en este blog: hablaremos del comportamiento de las Administraciones Vascas en esta crisis sanitaria. Más vale que el Ararteko Manuel Lezertua no lea lo que voy a escribir o se le va a disparar la tensión arterial.