En la Izquierda Abertzale se han acabado los disfraces de corderos. Gracias a la Ley de Partidos, en 2003 se ilegalizó Herri Batasuna por su apoyo al terrorismo de ETA. Los capos de la mafia vasca tuvieron que estrujarse las meninges para inventarse nuevas siglas. Una a una, fueron puestas fuera de la ley y Batasunilandia se quedó sin las subvenciones que el Estado Opresor les daba para financiar sus actividades. Junto al estrangulamiento económico, la acción policial acabó derrotando a los pistoleros. En 2011, ETA dejó de asesinar. Esta vez parece que va en serio. La nueva hornada de políticos que respaldan las siglas EH BILDU parecen descontaminados, gracias en parte al soporte de Eusko Alkartasuna y Alternativa. Para que este Cuento Terrorífico tenga un final feliz faltan algunos detalles: la disolución de ETA, la entrega de las armas y la aceptación de un Relato que no suponga un insulto a las víctimas del terrorismo. EH Bildu sigue empeñado en demostrar que en Euskadi hay un co...