Dice el Teorema de Cámara que el grado de corrupción de un partido político es directamente proporcional al poder que ostenta. Según esta teoría, las candidaturas electorales que obtienen más escaños son las que más aprovechados, arribistas, defraudadores, traficantes de influencias y amigos de lo ajeno acogen en sus filas. Invito a cualquier militante o defensor de uno de esos partidos poderosos (y por lo tanto corruptos) que me ofrezcan una excepción a la regla para confirmar aún más mi Teorema. ¿A quién votar entonces? A quienes aún no han tocado el terciopelo de la poltrona ni la makila del poder. En mi circunscripción electoral de Álava se presentan 15 candidaturas. Sólo hay 8 que jamás han pillado cacho: entre ellas EQUO y Escaños en blanco. Los ecologistas de EQUO están liderados por Juantxo López de Uralde, que se hizo famoso como dirigente de Greenpeace-España cuando estuvo detenido durante 19 día...