Fernando Buesa. |
"Generales" de la Fundación Popular de Estudios Vascos. |
PACTO TRIPARTITO DE PESEBRES
Ante la proliferación de Fundaciones vinculadas con partidos, éstos alcanzaron en 2007 un acuerdo en Euskadi para que cada formación política eligiera una sola entidad que pudiera ser subvencionada con dinero público. El PNV no tuvo dudas: la destinataria de fondos sería la Fundación Sabino Arana. El PP enriquecería las arcas de la Fundación Popular de Estudios Vascos. El PSOE decidió que se apoyase a la Fundación Ramón Rubial, el histórico dirigente socialista vasco que estuvo encarcelado casi 20 años en prisiones franquistas y falleció de
http://euskizofrenia.blogspot.com.es/2009/09/estatuas-de-lehendakaris.html |
Aquella decisión
podría haber dejado sin subvenciones públicas a la Fundación Fernando Buesa y a
la Fundación Mario Onaindía. A partir de aquel momento, deberían sufragarse con
aportaciones de empresas y particulares. Sin embargo, los cambalaches y cambios de cromos
que acuerdan los partidos para apoyarse en distintas instituciones suelen
incluir en su letra pequeña subvenciones a todo tipo de asociaciones: también a
las fundaciones. En el Boletín Oficial del Territorio Histórico de Álava del 20
de febrero de 2012 se reflejan las subvenciones cosechadas por el PSE de Txarli
Prieto para “sus” fundaciones:
-
100.000 euros para la Fundación Fernando Buesa
para subvencionar sus actividades de 2012.
-
40.000 euros para la financiar el programa de
actividades de la Fundación Ramón Rubial.
-
Y 15.000 euros para la Fundación Mario Onaindía
cuya finalidad es “Colaboración en Proyecto Intelectual y Político 2012”.
TXARLI PRIETO, EL “CONSEGUIDOR”.
Txarli Prieto se apuntó entonces una medalla ante los suyos
como el conseguidor de 155.000 euros
de dinero público para alimentar “sus” tres fundaciones socialistas. Sin
embargo, las relaciones de Prieto con las familias de Fernando Buesa y Mario
Onaindía no son modélicas. El líder de los socialistas alaveses cree tener
derecho de pernada en dichas fundaciones hasta tal punto que, hace un año, en
el Congreso del PSE de Álava en el que fue reelegido secretario general, Txarli
presionó a cuatro empleados de la Fundación Fernando Buesa encuadrados en el
sector crítico para que se pasasen a su bando. Uno a uno, Prieto les convocó en un despachito que se instaló en el Hotel Ciudad de Vitoria para hacerles "una oferta que no podrían rechazar". Sin embargo, la gerente Mila García de la
Torre, la responsable de comunicación Cristina
Fernández, Eduardo Mateo y Pablo
Bocca le dijeron que no. Las relaciones entre la Fundación y el Clan de Don
Txarli son más que tensas. Una de las consecuencias de aquel intento de
chantaje fue que en el homenaje a Fernando Buesa de este año, la convocatoria a
los medios de comunicación no partía de la propia fundación, sino de las familias
de Buesa y de su escolta, el ertzaina Jorge Díez Elorza, también asesinado por ETA en el mismo atentado.
La madre de Jorge Díez Elorza (izqda.) y la viuda de Buesa, hace un mes. |
LOS EMPLEADOS DE
LA FUNDACIÓN MARIO ONAINDÍA
Txarli Prieto
cree que el PSE de Álava es suyo. Él controla, él reparte los carnés de
socialistas auténticos, él ignora al disidente, él logra subveniones y decide
quién puede beneficiarse de ellas. Si Mario Onaindía levantase la cabeza y
supiese que Txarli Prieto se cree el jefe de su Fundación, pediría la baja en
el PSOE. La viuda de Onaindía, Esozi Leturiondo, encuadrada en el sector
renovador de los socialistas alaveses, no entiende qué demonios pinta Prieto en una Fundación como la creada en torno a la memoria de
su marido. Txarli sí
que lo sabe: quiere controlar, por ejemplo, cómo se gestionan los 15.000 euros que él
consiguió de la Diputación Foral de Álava para la “Colaboración en Proyecto
Intelectual y Político 2012”.
Txarli Prieto, ese líder carismático... |
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