El Triunvirato: Begoña Gil, Idoia Mendia y Miguel Ángel Morales. |
A IDOIA MENDIA NO LE SIENTA NADA BIEN EL GRIS
Idoia Mendia puede estar tranquila. Su Comisión Ejecutiva y su Comité Nacional son monocolores: de color gris. Los pocos rebeldes que quedaban en el partido han sido laminados. Antes del Congreso de Bilbao, Mendía comunicó a los renovadores alaveses que su líder Iván Ruiz de Eguílaz no iba a entrar en la Ejecutiva, pese a haber logrado el 40 por ciento de los votos en las Primarias. ¿Quiénes rodean a la nueva lideresa sociata? Los de siempre. Que algunos sean desconocidos no quiere decir que se hayan renovado. En otros casos, continua la fuerte tradición dinástica del Socialismo Vasco: la esposa de Patxi López, la hija de Javier Rojo o la mujer de Jesús Eguiguren toman mando en plaza. Y hay otros cuantos que huelen a naftalina, como el ex-Delegado del Gobierno Mikel Cabieces o los parlamentarios Vicente Reyes o Blanca Roncal.
LOS DISIDENTES ALAVESES, ELIMINADOS
En Álava, los renovadores han preferido mantener la dignidad antes que ser humillados por Cristina González, la pareja de Txarli Prieto, una secretaria general que quería escoger también a sus elegidos entre las filas críticas para formar parte del Comité Nacional. De hecho, Txarli sigue meciendo la cuna del Socialismo Alavés. Culebreó en los pasillos del Congreso negociando el porcentaje de participación de los alaveses y cuando arrancó unos puestos de más a Miguel Ángel Morales se los quiso quedar para sus amigos. Cristina González ofreció a los renovadores dos de los doce asientos, menos de la mitad de la representación que les dieron las urnas en las Primarias de Álava. Además, ella quería elegir los nombres, evitando el engorro de tener cerca en el Comité Nacional a las voces más críticas. Le dijeron que no. Objetivo conseguido: la disidencia ha sido eliminada.
EL VIEJO ALBUM DE CROMOS
Un repaso de los nombres de los socialistas alaveses que han entrado en ese Comité Nacional deja bien a las claras que la burra sigue siendo la misma: Txarli Prieto, su cuñado Javier Nogales, el ex-presidente del Senado Javier Rojo, el "faisán" Víctor García Hidalgo, la ex-subdelegada del Gobierno Gloria Sánchez, el histórico ex-nacionalista de Euskadiko Ezkerra Mikel Unzalu
que llamaba "esbirros de la Guardia Civil a los de Gesto por la Paz", el ugetista Felipe García al que Prieto colocó en la Caja Vital, la parlamentaria Txaro Sarasua o el juntero Josu López.
PATXI LAZCOZ, CONDENADO AL OSTRACISMO
Mención aparte merece el ex-alcalde de Vitoria Patxi Lazcoz, que no se ha librado del fuego de la Inquisición. Lazcoz denunció a última hora antes de las Primarias que las cuentas del PSE en Álava no estaban claras. No lo estaban porque nadie las conoce, salvo los dueños del Cortijo. El ex-alcalde de Vitoria se ha convertido en el primer miembro de la Comisión Ejecutiva del PSE con el que se incumple una norma no escrita según la cual quien sale de la dirección del partido aterriza en el Comité Nacional. Lazcoz se bajó tarde de la nave oficialista y puede ahogarse salvo que le echen un remo, ya que no es bien visto entre los críticos. Y en Mayo, sus opciones de renovar su acta de concejal son mínimas. Javier Lasarte será el candidato a alcalde y Txarli no paga a traidores.
Y en Mayo, Idoia y los suyos se enfrentarán a las urnas. Los sondeos pronostican debacle. En Álava, el tortazo puede ser histórico: según una encuesta de "Diario de Noticias", el PSE se convertirá en la quinta fuerza política de este territorio, por detrás de Podemos, PP, EH Bildu y el PNV. Los socialistas alaveses sólo lograrían 5 de los 51 procuradores de la Juntas Generales. Zorionak, Txarli!
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